Las Mujeres y el Informe de Bachelet
Por supuesto que parte del efecto del #InformeBachelet son las acciones de descrédito que se generarán desde quienes hoy controlan el poder. Una prueba más de su contundencia e importancia.
Durante años he participado desde la sociedad civil ante los sistemas internacionales y siempre sentía inconformidad por la ausencia de la perspectiva de género y el tratamiento transversal sobre los derechos de las mujeres en Venezuela. En parte por la misma dinámica de discriminación que también se cuela en estos espacios internacionales, aunque parezca increíble, pero también porque si hay un tema sobre el cual ha habido una propaganda feroz y una tergiversación total en Venezuela es ese, el de los derechos de la mujeres. Un gobierno que en cuanta oportunidad tenía se declaraba feminista, y que vinculaba todas sus propuestas sociales de dependencia y dominación a la mujer, creó una imagen internacional de “avance” por los derechos de la mujer.
Entre las organizaciones que documentamos lo que viven las mujeres comentábamos que esta era la joya de la corona del chavismo, y que necesitábamos urgentemente hablar de derechos y cómo las acciones del gobierno no estaban para nada de conformidad con ellos. Nos tomó tiempo y mucho esfuerzo documentar una situación que la mayoría entendía como una de las cosas que el gobierno sí hacía bien. Nos llevó también su tiempo exponer esta información en audiencias internacionales que veían al gobierno de Hugo Chávez, y al de su heredero, como un ejemplo de gobierno feminista. Pero todo trabajo duro y comprometido tiene su recompensa. Y aunque todavía falta mucho por hacer, les puedo decir que fue un bálsamo en mi corazón feminista leer el informe de #Bachelet. No es algo que sorprende, porque todos conocen el trabajo de la Alta Comisionada por los derechos de las mujeres, pero créanme que también en estos espacios hay que dar la pelea para que la afectación diferenciada a nuestros derechos no sea invisibilizada.
Muchos no saben, y no me canso de repetirlo, que detrás de ese informe hay un equipo técnico que viene conociendo desde años atrás nuestra situación y entre ellos destaca la inclusión de una oficial especial para este tema. ¡Para mí ese informe es una reivindicación de nuestra lucha! Y toda persona que mire a Venezuela debe conocer lo que padecen las mujeres. El descrédito al informe que viene de las feministas que apoyan a quienes hoy controlan el poder hay que enfrentarlo con debate. Un debate de derechos y empoderamiento que ellas no conocen o lo entienden de forma tergiversada. Un debate que no ha conocido el país y que requiere darse urgentemente para reconstruir y responder a los derechos de las mujeres y la Venezuela de igualdad que todas y todos queremos. Un debate que también se debe dar desde quienes han estado en la oposición y que simplifican su crítica al feminismo chavista solo al uso de lenguaje inclusivo en él las y los de de la constitución. Todos y todas debemos dar el debate.
No puedo dejar de cerrar esta nota haciendo referencia a lo que me impulsó a escribirla y tiene que ver con la reacción por redes de la Magistrada Carmen Zuleta de Merchán. Su reacción es una confesión expresa de que las altas autoridades en materia de género no entienden lo que están obligados a garantizar y respetar. Su reacción es grave en términos de responsabilidad en la garantía de los derechos humanos y a su vez constituye una confesión que confirma lo que el informe claramente refleja.
Por supuesto que parte del efecto del #InformeBachelet son las acciones de descrédito que se generarán desde quienes hoy controlan el poder. Una prueba más de su contundencia e importancia.
Durante años he participado desde la sociedad civil ante los sistemas internacionales y siempre sentía inconformidad por la ausencia de la perspectiva de género y el tratamiento transversal sobre los derechos de las mujeres en Venezuela. En parte por la misma dinámica de discriminación que también se cuela en estos espacios internacionales, aunque parezca increíble, pero también porque si hay un tema sobre el cual ha habido una propaganda feroz y una tergiversación total en Venezuela es ese, el de los derechos de la mujeres. Un gobierno que en cuanta oportunidad tenía se declaraba feminista, y que vinculaba todas sus propuestas sociales de dependencia y dominación a la mujer, creó una imagen internacional de “avance” por los derechos de la mujer.
Entre las organizaciones que documentamos lo que viven las mujeres comentábamos que esta era la joya de la corona del chavismo, y que necesitábamos urgentemente hablar de derechos y cómo las acciones del gobierno no estaban para nada de conformidad con ellos. Nos tomó tiempo y mucho esfuerzo documentar una situación que la mayoría entendía como una de las cosas que el gobierno sí hacía bien. Nos llevó también su tiempo exponer esta información en audiencias internacionales que veían al gobierno de Hugo Chávez, y al de su heredero, como un ejemplo de gobierno feminista. Pero todo trabajo duro y comprometido tiene su recompensa. Y aunque todavía falta mucho por hacer, les puedo decir que fue un bálsamo en mi corazón feminista leer el informe de #Bachelet. No es algo que sorprende, porque todos conocen el trabajo de la Alta Comisionada por los derechos de las mujeres, pero créanme que también en estos espacios hay que dar la pelea para que la afectación diferenciada a nuestros derechos no sea invisibilizada.
Muchos no saben, y no me canso de repetirlo, que detrás de ese informe hay un equipo técnico que viene conociendo desde años atrás nuestra situación y entre ellos destaca la inclusión de una oficial especial para este tema. ¡Para mí ese informe es una reivindicación de nuestra lucha! Y toda persona que mire a Venezuela debe conocer lo que padecen las mujeres. El descrédito al informe que viene de las feministas que apoyan a quienes hoy controlan el poder hay que enfrentarlo con debate. Un debate de derechos y empoderamiento que ellas no conocen o lo entienden de forma tergiversada. Un debate que no ha conocido el país y que requiere darse urgentemente para reconstruir y responder a los derechos de las mujeres y la Venezuela de igualdad que todas y todos queremos. Un debate que también se debe dar desde quienes han estado en la oposición y que simplifican su crítica al feminismo chavista solo al uso de lenguaje inclusivo en él las y los de de la constitución. Todos y todas debemos dar el debate.
No puedo dejar de cerrar esta nota haciendo referencia a lo que me impulsó a escribirla y tiene que ver con la reacción por redes de la Magistrada Carmen Zuleta de Merchán. Su reacción es una confesión expresa de que las altas autoridades en materia de género no entienden lo que están obligados a garantizar y respetar. Su reacción es grave en términos de responsabilidad en la garantía de los derechos humanos y a su vez constituye una confesión que confirma lo que el informe claramente refleja.
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